Sabía que volverías, ¿verdad, cariño? Pero al llegar este día, no siento la alegría que imaginaba.
Como si fuera una lluvia que no ha caído durante mucho tiempo, cuando finalmente cae, el suelo ya está demasiado agrietado para sostenerla. Estás de pie frente a mí, y lo que veo no es un reencuentro, sino los días en que te fuiste. Esas sillas vacías, los mensajes que no se enviaron, los sueños que me dan vueltas en la noche.
Decir "¿verdad, cariño?" con una voz tan suave como si temiera despertar a algo, en realidad tiene miedo de volver a despertar en un día sin ti.
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Sabía que volverías, ¿verdad, cariño? Pero al llegar este día, no siento la alegría que imaginaba.
Como si fuera una lluvia que no ha caído durante mucho tiempo, cuando finalmente cae, el suelo ya está demasiado agrietado para sostenerla. Estás de pie frente a mí, y lo que veo no es un reencuentro, sino los días en que te fuiste. Esas sillas vacías, los mensajes que no se enviaron, los sueños que me dan vueltas en la noche.
Decir "¿verdad, cariño?" con una voz tan suave como si temiera despertar a algo, en realidad tiene miedo de volver a despertar en un día sin ti.