En el torrente narrativo en constante cambio del mundo cripto, algunos nombres parecen haber salido del centro de atención. Monero es uno de ellos. Como un proyecto de "fósil viviente" que salió a la luz en 2014, no promete rendimientos sorprendentes como los protocolos DeFi, ni puede encender fácilmente la locura en las redes sociales como los NFT o las Meme coins. Durante años, Monero ha sido como un artesano silencioso, siempre enfocado en su misión original: crear un sistema de efectivo digital que sea verdaderamente inrastreable e inlazable. Su desarrollo no busca logros instantáneos, sino un continuo perfeccionamiento de la tecnología de privacidad y un fortalecimiento constante de la resiliencia de la red.
Sin embargo, esta insistencia también ha llevado a que todo el ámbito de la privacidad camine sobre un filo de cuchillo. Con el endurecimiento de la regulación global, las monedas de privacidad se han convertido en el "número uno" de los enemigos de la conformidad. Los principales intercambios han comenzado a eliminarlas para evitar riesgos legales potenciales. Desde el exterior, parece que los desafíos que enfrenta el ámbito de la privacidad provienen principalmente de la presión externa de los reguladores. Sin embargo, nadie esperaba que una crisis aún más disruptiva estallara desde el interior del mundo criptográfico, apuntando directamente a la figura más representativa de este ámbito.
El 12 de agosto de 2025, el emergente proyecto Layer 1 Qubic publicó en las redes sociales una breve pero informativa declaración: "El experimento de Monero (XMR) avanza según lo planeado y todo se revelará en el momento adecuado." Este tuit fue como un trueno, sacando a la luz la casi mortal crisis de poder de cómputo que enfrenta Monero, y sin rodeos se asoció a sí mismo con esta tormenta. ¿Fue esto un acto imprudente, un ataque deliberado, o un "experimento social" destinado a revelar las dolencias de la industria? Para desentrañar este misterio, debemos dirigir nuestra atención hacia los arquitectos de la tormenta.
Detrás de esta tormenta se encuentra una figura que ha dejado una huella profunda en la industria de las criptomonedas: Sergey Ivancheglyo (conocido en la comunidad como CfB). Su nombre siempre está vinculado a la innovación disruptiva. Desde su introducción pionera del consenso PoS (Prueba de Participación) puro para el proyecto NXT en sus inicios, hasta su papel como fuerza central de IOTA, llevando la tecnología revolucionaria de "gráficos acíclicos dirigidos" (DAG) al ojo público, la carrera profesional de Ivancheglyo es en sí misma una historia de desafío a los paradigmas existentes. Su separación de la Fundación IOTA y la posterior controversia pública en torno a este asunto destacan aún más su tendencia a operar fuera de los marcos organizativos tradicionales, buscando lograr su visión tecnológica de una manera más pura y menos restringida. Qubic es la continuación de este estilo: un último intento destinado a redefinir fundamentalmente el valor de PoW (Prueba de Trabajo).
La potencia de cálculo "útil" y el "ataque económico"
La idea central de Qubic es "Prueba de Trabajo Útil" (Useful Proof of Work, uPoW). El PoW tradicional, como el que utiliza Bitcoin, permite a los mineros mantener la seguridad de la red al resolver acertijos hash sin significado real, lo que se considera un gran desperdicio de energía. Qubic, por otro lado, intenta hacer que esta capacidad de cómputo sea "útil", dirigiéndola hacia el entrenamiento de IA, cálculos científicos y otros campos. Su sistema permite a los mineros ejecutar estas tareas de IA mientras, a través de un mecanismo llamado "computación subcontratada", dirigen parte de su capacidad de cómputo hacia otras redes PoW para minar, siendo Monero su primer objetivo.
La brillantez de este mecanismo radica en que crea un poderoso incentivo económico. Los mineros de Qubic reciben recompensas en su token nativo QUBIC, y al mismo tiempo, obtienen ingresos adicionales de la minería de Monero. Lo más disruptivo es que el equipo de Qubic vende públicamente el XMR minado en el mercado, utilizando los fondos obtenidos para recomprar y quemar los tokens QUBIC, creando presión deflacionaria y elevando así el precio de QUBIC. Se forma así una peligrosa rueda de inercia: un precio más alto de QUBIC atrae a más mineros, más mineros significan mayor potencia de cálculo, y una mayor potencia de cálculo puede minar más XMR, y vender el XMR puede aumentar aún más el precio de QUBIC.
Esto no es un ataque de poder de cómputo tradicional, sino un "ataque económico". Qubic no intenta robar fondos directamente a través de un ataque de doble gasto, sino que utiliza un modelo económico superior para atraer, como un gran imán, el poder de cómputo de Monero que originalmente estaba disperso a su alrededor. Como analizó el medio Protos, esta es una amenaza de tipo "agua tibia hirviendo a la rana", que corroe las bases de la descentralización de Monero.
La batalla está a las puertas: La contraofensiva de la comunidad de Monero
Cuando la potencia de cálculo de Qubic en la red de Monero pasó del 25% a mediados de julio a un punto crítico del 48-50% el 12 de agosto, la comunidad de Monero sintió un frío palpable. El fundador de SlowMist, Yu Xian, confirmó en las redes sociales: "Técnicamente, el ataque del 51% de Qubic a Monero ya ha tenido éxito." A pesar de que Qubic no ha iniciado un doble gasto, el equilibrio de seguridad de la red se ha roto por completo.
Un ataque del 51% es la espada de Damocles que pende sobre las cadenas de PoW. Históricamente, Ethereum Classic (ETC) perdió activos valorados en 1.1 millones de dólares debido a un ataque de doble gasto en 2019, mientras que Bitcoin Gold (BTG) sufrió pérdidas de hasta 18 millones de dólares en un ataque en 2018. The Block cita estimaciones de analistas que indican que un actor malicioso solo necesitaría gastar “entre 7000 y 10000 dólares al día” para alquilar suficiente poder de cómputo para controlar la red de Monero. El "experimento" de Qubic sin duda ha puesto de manifiesto este riesgo teórico ante los ojos del mundo.
Frente a la situación de estar bajo asedio, esta comunidad, que tiene como tótem la "privacidad" y la "resistencia a la censura", ha mostrado una asombrosa cohesión. Una "guerra de defensa de la potencia de cálculo" de abajo hacia arriba se inició rápidamente. Los miembros de la comunidad se han apresurado a informar en plataformas sociales como Reddit, llamando a todos los mineros leales a retirar su potencia de cálculo de grupos de minería desconocidos y trasladarla a p2pool (un grupo de minería descentralizado) o a grupos de minería defensivos de buena reputación como supportxmr.com.
El núcleo de este contraataque es debilitar la base del modelo económico de Qubic. Aunque el desarrollador del software de minería de vanguardia XMRig, Sergei Chernykh, negó las acusaciones de llevar a cabo un ataque DDoS contra Qubic, dejó claro que la comunidad está explorando "medidas de contrarresto completamente legales". Detrás de esto, hay una lucha por el alma de la red.
"Por favor, no te resistas": Filosofía, arrogancia y futuro
En el blog titulado “Revisión del Ciclo 172” publicado oficialmente por Qubic, revisaron todo el proceso de este “experimento” con un tono casi omnisciente, e incluso documentaron cómo activaron el modo de “minería egoísta” para enfrentar las represalias de la comunidad. Y una respuesta de su fundador Ivancheglyo en la comunidad llevó el dramatismo del evento a su punto culminante: “Please, do not resist.” (Por favor, no resistas.)
Esta frase está llena de provocaciones, pero también revela una reflexión filosófica más profunda detrás del comportamiento de Qubic. Desde la perspectiva de Ivancheglyo y sus seguidores, si una red PoW puede ser fácilmente reprimida en potencia de cálculo por un sistema económico superior, entonces el problema radica en el diseño de esa red, que no es adaptativa en el sentido de la "teoría de la evolución". El "experimento" de Qubic es una prueba de presión para verificar la "inmunidad" de la red PoW. Ellos se ven a sí mismos no como destructores, sino como "whistleblowers" que revelan la verdad, obligando a la industria a enfrentar la posible vulnerabilidad del mecanismo PoW en términos de incentivos económicos.
Sin duda, esto toca el tema central del mundo de las criptomonedas: ¿cuál es la verdadera esencia de la descentralización? ¿Es la absoluta dispersión física de la potencia de cálculo, o es un modelo de consenso más resistente que puede resistir la erosión económica externa? El algoritmo RandomX de Monero, diseñado para resistir a las máquinas de minería ASIC y lograr la equidad en la minería con CPU, tiene como objetivo mantener la descentralización. Pero la aparición de Qubic demuestra que, incluso logrando la máxima descentralización a nivel de hardware, la centralización de la potencia de cálculo basada en incentivos económicos sigue siendo una amenaza ineludible.
El impacto de este evento es profundo. Ha sonado la alarma para todos los proyectos de PoW, especialmente para aquellos con una capitalización de mercado más pequeña y barreras de seguridad de potencia de cálculo no muy altas. Confiar únicamente en un diseño técnico ingenioso puede no ser suficiente para hacer frente a los "ataques de reducción de dimensiones" de economías externas más eficientes. La competencia futura entre cadenas públicas quizás no solo sea una competencia técnica y ecológica, sino también un juego de modelos económicos y mecanismos de incentivos.
Finalmente, bajo la tenaz resistencia de la comunidad de Monero y la enorme presión de la opinión pública, la participación de poder de cálculo de Qubic ha retrocedido. Esta guerra sin humo ha llegado a una pausa temporal. Pero las cuestiones planteadas por Qubic siguen sin resolverse. Es como un espejo que refleja la gloria y las inquietudes en las profundidades del mundo PoW. Este "experimento" controvertido iniciado por un desarrollador genial, quizás no será el último. Cuando aparezca un "Qubic" más poderoso, ¿quién puede garantizar que no se convertirá en el próximo "Monero"? Este juego sobre poder de cálculo, soberanía y supervivencia apenas ha comenzado.
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Soldados: Qubic lanza un ataque del 51% contra Monero, y la comunidad tiene 72 horas para salvarse
Artículo de: Oliver, Mars Finance
En el torrente narrativo en constante cambio del mundo cripto, algunos nombres parecen haber salido del centro de atención. Monero es uno de ellos. Como un proyecto de "fósil viviente" que salió a la luz en 2014, no promete rendimientos sorprendentes como los protocolos DeFi, ni puede encender fácilmente la locura en las redes sociales como los NFT o las Meme coins. Durante años, Monero ha sido como un artesano silencioso, siempre enfocado en su misión original: crear un sistema de efectivo digital que sea verdaderamente inrastreable e inlazable. Su desarrollo no busca logros instantáneos, sino un continuo perfeccionamiento de la tecnología de privacidad y un fortalecimiento constante de la resiliencia de la red.
Sin embargo, esta insistencia también ha llevado a que todo el ámbito de la privacidad camine sobre un filo de cuchillo. Con el endurecimiento de la regulación global, las monedas de privacidad se han convertido en el "número uno" de los enemigos de la conformidad. Los principales intercambios han comenzado a eliminarlas para evitar riesgos legales potenciales. Desde el exterior, parece que los desafíos que enfrenta el ámbito de la privacidad provienen principalmente de la presión externa de los reguladores. Sin embargo, nadie esperaba que una crisis aún más disruptiva estallara desde el interior del mundo criptográfico, apuntando directamente a la figura más representativa de este ámbito.
El 12 de agosto de 2025, el emergente proyecto Layer 1 Qubic publicó en las redes sociales una breve pero informativa declaración: "El experimento de Monero (XMR) avanza según lo planeado y todo se revelará en el momento adecuado." Este tuit fue como un trueno, sacando a la luz la casi mortal crisis de poder de cómputo que enfrenta Monero, y sin rodeos se asoció a sí mismo con esta tormenta. ¿Fue esto un acto imprudente, un ataque deliberado, o un "experimento social" destinado a revelar las dolencias de la industria? Para desentrañar este misterio, debemos dirigir nuestra atención hacia los arquitectos de la tormenta.
Detrás de esta tormenta se encuentra una figura que ha dejado una huella profunda en la industria de las criptomonedas: Sergey Ivancheglyo (conocido en la comunidad como CfB). Su nombre siempre está vinculado a la innovación disruptiva. Desde su introducción pionera del consenso PoS (Prueba de Participación) puro para el proyecto NXT en sus inicios, hasta su papel como fuerza central de IOTA, llevando la tecnología revolucionaria de "gráficos acíclicos dirigidos" (DAG) al ojo público, la carrera profesional de Ivancheglyo es en sí misma una historia de desafío a los paradigmas existentes. Su separación de la Fundación IOTA y la posterior controversia pública en torno a este asunto destacan aún más su tendencia a operar fuera de los marcos organizativos tradicionales, buscando lograr su visión tecnológica de una manera más pura y menos restringida. Qubic es la continuación de este estilo: un último intento destinado a redefinir fundamentalmente el valor de PoW (Prueba de Trabajo).
La potencia de cálculo "útil" y el "ataque económico"
La idea central de Qubic es "Prueba de Trabajo Útil" (Useful Proof of Work, uPoW). El PoW tradicional, como el que utiliza Bitcoin, permite a los mineros mantener la seguridad de la red al resolver acertijos hash sin significado real, lo que se considera un gran desperdicio de energía. Qubic, por otro lado, intenta hacer que esta capacidad de cómputo sea "útil", dirigiéndola hacia el entrenamiento de IA, cálculos científicos y otros campos. Su sistema permite a los mineros ejecutar estas tareas de IA mientras, a través de un mecanismo llamado "computación subcontratada", dirigen parte de su capacidad de cómputo hacia otras redes PoW para minar, siendo Monero su primer objetivo.
La brillantez de este mecanismo radica en que crea un poderoso incentivo económico. Los mineros de Qubic reciben recompensas en su token nativo QUBIC, y al mismo tiempo, obtienen ingresos adicionales de la minería de Monero. Lo más disruptivo es que el equipo de Qubic vende públicamente el XMR minado en el mercado, utilizando los fondos obtenidos para recomprar y quemar los tokens QUBIC, creando presión deflacionaria y elevando así el precio de QUBIC. Se forma así una peligrosa rueda de inercia: un precio más alto de QUBIC atrae a más mineros, más mineros significan mayor potencia de cálculo, y una mayor potencia de cálculo puede minar más XMR, y vender el XMR puede aumentar aún más el precio de QUBIC.
Esto no es un ataque de poder de cómputo tradicional, sino un "ataque económico". Qubic no intenta robar fondos directamente a través de un ataque de doble gasto, sino que utiliza un modelo económico superior para atraer, como un gran imán, el poder de cómputo de Monero que originalmente estaba disperso a su alrededor. Como analizó el medio Protos, esta es una amenaza de tipo "agua tibia hirviendo a la rana", que corroe las bases de la descentralización de Monero.
La batalla está a las puertas: La contraofensiva de la comunidad de Monero
Cuando la potencia de cálculo de Qubic en la red de Monero pasó del 25% a mediados de julio a un punto crítico del 48-50% el 12 de agosto, la comunidad de Monero sintió un frío palpable. El fundador de SlowMist, Yu Xian, confirmó en las redes sociales: "Técnicamente, el ataque del 51% de Qubic a Monero ya ha tenido éxito." A pesar de que Qubic no ha iniciado un doble gasto, el equilibrio de seguridad de la red se ha roto por completo.
Un ataque del 51% es la espada de Damocles que pende sobre las cadenas de PoW. Históricamente, Ethereum Classic (ETC) perdió activos valorados en 1.1 millones de dólares debido a un ataque de doble gasto en 2019, mientras que Bitcoin Gold (BTG) sufrió pérdidas de hasta 18 millones de dólares en un ataque en 2018. The Block cita estimaciones de analistas que indican que un actor malicioso solo necesitaría gastar “entre 7000 y 10000 dólares al día” para alquilar suficiente poder de cómputo para controlar la red de Monero. El "experimento" de Qubic sin duda ha puesto de manifiesto este riesgo teórico ante los ojos del mundo.
Frente a la situación de estar bajo asedio, esta comunidad, que tiene como tótem la "privacidad" y la "resistencia a la censura", ha mostrado una asombrosa cohesión. Una "guerra de defensa de la potencia de cálculo" de abajo hacia arriba se inició rápidamente. Los miembros de la comunidad se han apresurado a informar en plataformas sociales como Reddit, llamando a todos los mineros leales a retirar su potencia de cálculo de grupos de minería desconocidos y trasladarla a p2pool (un grupo de minería descentralizado) o a grupos de minería defensivos de buena reputación como supportxmr.com.
El núcleo de este contraataque es debilitar la base del modelo económico de Qubic. Aunque el desarrollador del software de minería de vanguardia XMRig, Sergei Chernykh, negó las acusaciones de llevar a cabo un ataque DDoS contra Qubic, dejó claro que la comunidad está explorando "medidas de contrarresto completamente legales". Detrás de esto, hay una lucha por el alma de la red.
"Por favor, no te resistas": Filosofía, arrogancia y futuro
En el blog titulado “Revisión del Ciclo 172” publicado oficialmente por Qubic, revisaron todo el proceso de este “experimento” con un tono casi omnisciente, e incluso documentaron cómo activaron el modo de “minería egoísta” para enfrentar las represalias de la comunidad. Y una respuesta de su fundador Ivancheglyo en la comunidad llevó el dramatismo del evento a su punto culminante: “Please, do not resist.” (Por favor, no resistas.)
Esta frase está llena de provocaciones, pero también revela una reflexión filosófica más profunda detrás del comportamiento de Qubic. Desde la perspectiva de Ivancheglyo y sus seguidores, si una red PoW puede ser fácilmente reprimida en potencia de cálculo por un sistema económico superior, entonces el problema radica en el diseño de esa red, que no es adaptativa en el sentido de la "teoría de la evolución". El "experimento" de Qubic es una prueba de presión para verificar la "inmunidad" de la red PoW. Ellos se ven a sí mismos no como destructores, sino como "whistleblowers" que revelan la verdad, obligando a la industria a enfrentar la posible vulnerabilidad del mecanismo PoW en términos de incentivos económicos.
Sin duda, esto toca el tema central del mundo de las criptomonedas: ¿cuál es la verdadera esencia de la descentralización? ¿Es la absoluta dispersión física de la potencia de cálculo, o es un modelo de consenso más resistente que puede resistir la erosión económica externa? El algoritmo RandomX de Monero, diseñado para resistir a las máquinas de minería ASIC y lograr la equidad en la minería con CPU, tiene como objetivo mantener la descentralización. Pero la aparición de Qubic demuestra que, incluso logrando la máxima descentralización a nivel de hardware, la centralización de la potencia de cálculo basada en incentivos económicos sigue siendo una amenaza ineludible.
El impacto de este evento es profundo. Ha sonado la alarma para todos los proyectos de PoW, especialmente para aquellos con una capitalización de mercado más pequeña y barreras de seguridad de potencia de cálculo no muy altas. Confiar únicamente en un diseño técnico ingenioso puede no ser suficiente para hacer frente a los "ataques de reducción de dimensiones" de economías externas más eficientes. La competencia futura entre cadenas públicas quizás no solo sea una competencia técnica y ecológica, sino también un juego de modelos económicos y mecanismos de incentivos.
Finalmente, bajo la tenaz resistencia de la comunidad de Monero y la enorme presión de la opinión pública, la participación de poder de cálculo de Qubic ha retrocedido. Esta guerra sin humo ha llegado a una pausa temporal. Pero las cuestiones planteadas por Qubic siguen sin resolverse. Es como un espejo que refleja la gloria y las inquietudes en las profundidades del mundo PoW. Este "experimento" controvertido iniciado por un desarrollador genial, quizás no será el último. Cuando aparezca un "Qubic" más poderoso, ¿quién puede garantizar que no se convertirá en el próximo "Monero"? Este juego sobre poder de cálculo, soberanía y supervivencia apenas ha comenzado.